En el Mes de Internet, desde ALAI celebramos las transformaciones que posibilitó Internet y las plataformas digitales en beneficio de nuestra economía. En esta nota, analizaremos los cambios que produjo el teletrabajo y cómo aprovechar esta innovación.
El trabajo a distancia existe desde hace tiempo, gracias al desarrollo de de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación de los últimos años. En general, antes de la pandemia, el teletrabajo se utilizaba de manera parcial, trabajando algunos días en la oficina y otros desde el hogar, y en menor medida de forma regular o esporádica.
Con la llegada de la pandemia, el proceso de adopción del teletrabajo se vio acelerado, como una forma de mantener la continuidad de la actividad económica. Se demostró que, en algunas ocupaciones, era posible teletrabajar y que resultaba satisfactorio desde el punto de vista de la productividad. Esto exigió gran flexibilidad por parte de las empresas, así como también de los trabajadores.
En este escenario global, donde los gobiernos debieron implementar medidas para enfrentar la pandemia de Covid-19, la innovación se presentó como un eje fundamental para el desarrollo económico y social. La transformación digital se vio acelerada por la crisis sanitaria y trajo consigo la consolidación de un nuevo modelo laboral: el teletrabajo.
Esta realidad puso sobre la mesa la necesidad de todos los sectores de adaptarse a los nuevos escenarios, y la transformación digital fue el camino. Muchas empresas que ya apostaban por la innovación, venían implementando el trabajo remoto. Pero muchas otras debieron adaptarse rápidamente al contexto actual y la tecnología e Internet cumplieron un rol clave para que esto suceda.
La sociedad se vio forzada a realizar un cambio cultural: dejar las oficinas y trabajar desde el hogar, así como conciliar las tareas laborales y las tareas domésticas y de cuidados. El mundo laboral cambió, nuestra dinámica y nuestros tiempos se modificaron, lo que hoy nos permite tener una nueva perspectiva.
Entonces, ¿cómo podemos aprovechar todo el esfuerzo que hicimos como sociedad para maximizar los beneficios y las oportunidades que nos trajo esta situación? El teletrabajo no necesariamente debe volverse un modelo exclusivo en un mundo post-pandémico, sino lo ideal es verlo como una alternativa.
Tendremos que rescatar los aspectos positivos que nos brindan los distintos modelos de trabajo, tanto el teletrabajo como el trabajo presencial, y combinarlos estratégicamente: lo que se conoce como modelo de trabajo híbrido, en sus diferentes configuraciones. Tener la posibilidad de aplicar un modelo de trabajo híbrido puede beneficiar tanto a empresas como a trabajadores.
Tomando los elementos positivos del trabajo presencial y el trabajo virtual abrimos millones de oportunidades en nuestra región: para las empresas, hacer eficientes sus costos y contar con recursos humanos necesarios; y para las personas, poder proyectar sus carreras profesionales y acceder a ofertas laborales globales que antes no podían.
Para lograr todo esto, es necesario aportar marcos legales que, protegiendo los derechos de los trabajadores, permitan continuar con el trabajo remoto y propicien la adopción de modelos híbridos. No debemos desperdiciar todo el esfuerzo en innovación que realizaron las empresas y todo el aprendizaje que ganaron los trabajadores, por el contrario, debemos impulsarlo con regulaciones acordes que nos posibiliten a nuestros países mejorar nuestra inserción económica a nivel global.
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