Si bien la cifra de paridad viene en aumento, queda aún mucho camino por recorrer en términos de inclusión, formación en habilidades digitales y cambio cultural entre las empresas latinoamericanas. En este artículo, compartimos la perspectiva de dos mujeres del sector; Eleonora Rabinovich de Google y Josefina Schaer de Despegar, empresas socias de ALAI.
El camino está transitándose: la última publicación del Global Gender Gap Report 2022 no solo demuestra que la proporción de mujeres en los puestos directivos y de liderazgo ha experimentado un aumento global constante entre 2017 y 2022, sino que además destaca que 2022 fue el año con la puntuación de género más alta registrada hasta la fecha: 42,7%. Más allá de los avances, queda mucho recorrido por delante. En el caso de Latinoamérica y el Caribe, la paridad podría lograrse recién dentro de 67 años. Además, el de la tecnología, según el mismo reporte, es una de las seis industrias que contrataron ese mismo año un número significativamente mayor de hombres que de mujeres, con un 30%.
¿De qué manera se puede disminuir esta brecha? ¿Cuáles son las acciones concretas que pueden llevar a cabo en particular las organizaciones que impulsan la economía digital para alcanzar ese objetivo?
“En 2020 publicamos Digital Sprinters, un reporte que identifica recomendaciones de políticas públicas basadas en nuestra experiencia con el potencial de impulsar el desarrollo digital y, entre las áreas que recomienda atender se encuentra el abordaje de la brecha de género”, cuenta Eleonora Rabinovich, Acting Head of Government Affairs and Public Policy de Google Hispanoamérica. “Promover la participación de las mujeres en la economía digital y remover las barreras que impiden su crecimiento profesional es clave para garantizar un crecimiento económico sostenible e inclusivo”, agrega.
Puntualmente, en el reporte Google promueve incorporar sistemas de medición de la desigualdad de género en la industria digital, promover iniciativas de inclusión financiera enfocadas en las mujeres, implementar programas públicos/privados que contribuyan al desarrollo de habilidades digitales en las mujeres para fomentar su acceso a la fuerza laboral digital.
La importancia de la formación en habilidades digitales
“Creo que hay mucho interés en mostrar la importancia de la diversidad y de la inclusión en los distintos espacios fundamentales de la sociedad, incluyendo especialmente el de toma de decisiones”, sostiene Josefina Schaer, responsable de Relaciones Institucionales de Despegar para Latinoamérica. “Hay un camino recorrido de visibilización, al que todavía le queda margen para mejorar, en especial para salir de la lógica binaria y propiciar un entorno que colabore con el desarrollo de las personas en todos los ámbitos: para impulsar la diversidad en el liderazgo, es fundamental contar con espacios laborales abiertos y con equipos multidisciplinarios, que contemplen diferentes puntos de vista e ideas para tomar mejores decisiones y generar innovación y creatividad”, asegura.
Las oportunidades son múltiples y diversas. “Hay una gran avenida en las que se está avanzando: el impulso de prácticas y políticas que tiendan a equiparar las tareas de cuidado”, cuenta Schaer. “En nuestro caso tenemos licencias familiares extendidas tanto para cuidadores primarios y secundarios”, describe
La falta de formación digital representa una de las principales barreras: el Banco Mundial estima que en Latinoamérica apenas el 10% de los egresados de carreras STEM (siglas en inglés por ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) son mujeres.
Desde 2018 Despegar forma parte de la Iniciativa Público Privada para la Igualdad en el Mercado de Trabajo, rebautizada como PARES en 2023. “Juntos, tanto sector público como sector privado tenemos la responsabilidad de garantizar un mayor acceso y permanencia de las mujeres en puestos de alta gerencia y para nosotros, participar y promover estas iniciativas que trabajan para achicar la brecha en los talentos es una experiencia valiosa”, explica Schaer.
Un cambio de mindset
“A través de nuestros programas de Crece con Google, capacitamos a muchas mujeres en conocimientos de marketing digital, el uso de herramientas digitales y el desarrollo de habilidades blandas para maximizar sus oportunidades laborales y desde Google.org apoyamos a muchas organizaciones que trabajan en empoderar digitalmente a las mujeres (Laboratoria en Perú, Asociación Colnodo en Colombia y el Instituto Rede Mulher Empreendedora en Brasil)”, cuenta Rabinovich. “Además, nuestro programa Impact Challenge for Women and Girls potencia organizaciones que capacitan mujeres para que alcancen su pleno potencial económico”, sentencia.
“Es fundamental empezar desde muy temprana edad para evitar el desarrollo de estereotipos, prejuicios y limitaciones culturales profundas que luego se vuelven más difíciles de cambiar”, dice Rabinovich. “Según la ONU Mujeres, 9 de cada 10 niñas pequeñas (de entre 6 y 8 años de edad) asocian la ingeniería con habilidades masculinas: un prejuicio que genera limitaciones estructurales, propias y ajenas, para que las futuras generaciones tengan oportunidades reales en todos los campos”, ejemplifica.
“La cultura en la industria viró hacia una mayor conciencia en los últimos años sobre los desafíos pendientes para la inclusión de las mujeres en la economía digital y cada vez más empresas implementando programas e iniciativas en esta dirección”, detalla Rabinovich.
Inclusión de género: beneficios para todos
“Desde el sector empresarial tenemos la responsabilidad de garantizar un mayor acceso y permanencia de las mujeres en cargos de todo tipo: debe haber más puestos, capacitaciones y oportunidades si queremos que la igualdad se vea reflejada en las industrias y en el mercado laboral”, indica Schaer. “La única manera de alcanzar el cambio real es a partir de iniciativas que promuevan la igualdad de género, el reconocimiento de las diferencias individuales y el trabajo en aquello que nos une y que tiene que ser la misión y objetivos de las empresas, para poder dejar de lado aquellos sesgos o prejuicios”, aporta.
Según el Banco Mundial, las empresas con una o más mujeres en el comité ejecutivo tenían un 44% más de rendimiento sobre el capital que aquellas que no incluían mujeres en su alta gerencia
“La desigualdad de género representa un problema social con un costo económico: si las mujeres, que representan la mitad de la población mundial, son excluidas, la economía digital no podrá desplegar su potencial”, advierte Rabinovich. “El progreso hacia la equidad de género beneficia a todos y por eso, seguimos trabajando para permitir que miles de millones de mujeres alcancen su máximo potencial”, concluye.
Notas relacionadas
Mujeres que inspiran en la Economía Digital
Presentamos a las ganadoras del Reconocimiento Mujeres en la Economía Digital
Mujeres en Digital: Visibilidad y reconocimiento
Inclusión en el ecosistema tech: una oportunidad para el desarrollo