Perspectivas de la industria mundial sobre la Iniciativa "Por un Internet confiable" de la UNESCO

La industria apoya los debates entre múltiples partes interesadas sobre la gobernanza de las plataformas digitales que reúnen voces globales sobre enfoques compartidos y reconoce que todas las partes interesadas tienen un papel y responsabilidades importantes a la hora de garantizar una Internet libre y abierta. Las partes interesadas tienen interés en trabajar juntas para garantizar que el entorno digital sea un lugar seguro, atractivo y constructivo para todos los usuarios, y que también permita a los nuevos usuarios crecer y desarrollar las competencias del siglo XXI.

La UNESCO ha anunciado que está trabajando en la elaboración de directrices para regular las plataformas digitales y actualmente está celebrando consultas con las partes interesadas para dar forma al resultado final. Los representantes de la industria mundial aprovechan la oportunidad para ofrecer opiniones y recomendaciones generales para este importante trabajo. La industria toma nota de los progresos realizados en la última iteración del borrador 2.0 para abordar algunas de estas preocupaciones, y llama a continuar las consultas con todas las partes interesadas para seguir dando forma a las directrices.

Garantizar un proceso abierto y deliberado. El proceso debe procurar ser más abierto y participativo. Debería solicitarse de forma continuada la aportación de múltiples partes interesadas, incluida la sociedad civil, el mundo académico y una amplia gama de representantes del sector de las diferentes plataformas digitales y otras empresas, una consulta estructurada con tiempo suficiente para comentarios y la publicación de borradores actualizados, así como información disponible públicamente sobre el proceso.
Adoptar un enfoque basado en riesgos y principios. En consonancia con los objetivos declarados de la UNESCO, las directrices deben establecer principios que pongan de relieve el valor de los enfoques de la regulación basados en los riesgos y los sistemas. Por ejemplo, los principios que abarcan conceptos tales como la vinculación de los esfuerzos de mitigación al nivel de riesgo y la promoción de sistemas, políticas y procesos transparentes para la moderación de contenidos no sólo son globalmente escalables, sino que mantienen su relevancia a medida que la tecnología evoluciona rápidamente. Esto no sólo evitará la fragmentación del mercado, sino que también ayudará a que estas directrices estén preparadas para el futuro. Del mismo modo, un planteamiento basado en principios que no tenga en cuenta el contenido limitaría los riesgos para la libertad de expresión y evitaría interpretaciones diferentes según el sector y las jurisdicciones.
Proteger los derechos humanos, incluida la libertad de expresión. Los principios identificados en el producto final de este proceso deben armonizarse con los marcos internacionales de derechos humanos preexistentes y deben evitar cualquier impacto negativo involuntario sobre los derechos humanos, incluida la libertad de expresión.
Reconocer y adoptar las normas y prácticas existentes en el sector. A medida que los principios de la UNESCO contemplan la regulación de las plataformas digitales privadas, deben reflejar la estructura, las normas y las lecciones de los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos y reconocer que la intervención del gobierno, incluso a través de la regulación, no es la única herramienta disponible. Las recomendaciones deben reconocer el trabajo existente, como las mejores prácticas lideradas por la industria, las normas voluntarias, las buenas prácticas y otras soluciones de autogobierno que pueden ayudar a probar nuevas soluciones, generar confianza con diversas partes interesadas y tener mucho más éxito que las regulaciones en muchos casos.
Reconocer la responsabilidad relevante de todas las partes interesadas. El debate debe contemplar los compromisos y responsabilidades relevantes de todas las partes interesadas, no sólo de las plataformas. Centrarse únicamente en las plataformas podría tener el efecto perverso de elaborar una herramienta que sea útil para que los regímenes autoritarios legitimen la imposición de restricciones a la libertad de expresión y otros derechos humanos.
Promover la colaboración entre sectores. Los canales abiertos de diálogo y colaboración entre las partes interesadas pertinentes y entre industrias son esenciales para alcanzar un enfoque equilibrado y basado en los riesgos. Las distintas partes interesadas aportan puntos de vista variados y enriquecedores sobre cómo abordar las responsabilidades de los distintos tipos de actores para proteger mejor la libertad de expresión y el acceso a la información.
Reconocer el papel de los medios de comunicación y la alfabetización digital para combatir la desinformación y la desinformación. En un momento en que la comunidad internacional avanza en el cierre de la brecha digital, el debate debe contemplar cómo mejorar la calidad del debate público. La alfabetización mediática desempeña un papel fundamental a la hora de limitar la propagación de la desinformación y las iniciativas de educación pública para mejorar la alfabetización mediática y digital de los ciudadanos de todo el mundo son esenciales.
Reconocer los diferentes marcos normativos de las distintas jurisdicciones. Las cuestiones relativas a los contenidos rara vez existen en el vacío. Los servicios analizados ya están sujetos a normativas de múltiples autoridades en distintas jurisdicciones: competencia, datos personales, protección del consumidor, etc. No existe un modelo único de regulación, y algunas propuestas reguladoras pueden solaparse con otros sectores o asuntos regulados.
Reconocer las competencias básicas de la UNESCO. La UNESCO debe garantizar que la iniciativa Internet para la Confianza se ajuste adecuadamente a las áreas de especialización y competencia únicas de la organización, de modo que complemente de forma útil las iniciativas existentes sobre este tema, incluidos los esfuerzos de regulación ya en curso y evite cualquier riesgo de duplicación.