*Por Sissi De La Peña, Gerente de Comercio Digital y Organismos Internacionales de la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI).
El pasado 16 de noviembre se reunió de manera presencial en Viña del Mar el Grupo de Alto Nivel de la Alianza del Pacífico, conformado por Colombia, México, Perú y Chile. En representación de México asistió la Subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María De La Mora. Allí se conversaron diversos temas, entre ellos la importancia de consolidar un Mercado Digital Regional (MDR) entre los países integrantes.
Si bien desde 2016 se ha hablado de implementarlo, en la reunión de 2020, los países que conforman la Alianza del Pacífico suscribieron una Declaración Presidencial sobre el desarrollo del MDR y el impulso hacia la transformación digital de la región.
Este año, el MDR vuelve a las conversaciones, ya que es de suma importancia para los países aliados, pues genera un espacio económico armonizado sin barreras transfronterizas y fomenta la economía digital entre los países miembros. Un MDR reduciría los costos de transacción, crearía una mejor coordinación de recursos y una mayor escala para el desarrollo de la economía digital. Facilitaría el intercambio de bienes y servicios digitales y generaría incentivos para impulsar la inversión y la competencia. Particularmente, ayudaría a las pequeñas y medianas empresas a expandir sus oportunidades al usar herramientas digitales para su inserción internacional.
Un MDR no es un capricho. Es una necesidad y, sobre todo, una oportunidad ya que con la crisis se impulsaron los modelos de negocio y las cadenas de valor que privilegian la seguridad y la cercanía sobre otros aspectos como los costos y la eficiencia. Sin embargo, para despegar en el tema es necesario que los países de la Alianza del Pacífico puedan atraer inversiones y capacidad tecnológica, aprovechando sus similitudes lingüísticas y culturales.
Hay que considerar que debido a la pandemia se han contraído los volúmenes de comercio de bienes, dando lugar a una mayor actividad al comercio digital y, además, la adopción de tecnologías digitales en las empresas se aceleró al igual que la preferencia de la población por los canales digitales para acceder a bienes y servicios. Por ello, hoy más que nunca, es patente la necesidad de un Mercado Digital Regional.
La CEPAL ha estimado los beneficios económicos de implementar un MDR; si el mandato se consolida para 2025 se podría contribuir al PIB de los países miembros de la Alianza en alrededor de 13,886 mdd. En comparación, el proceso orgánico de digitalización contribuiría en aproximadamente 9,620 mdd sin un MDR. La diferencia se atribuye al derrame económico que generaría un Mercado Digital Regional como el propuesto.
Concretar el MDR requiere ir más allá de las conversaciones que, sin duda, han sentado las bases. Hoy por hoy, para lograr el objetivo en 2025 se requiere una mayor convergencia normativa y regulatoria en ciberseguridad, privacidad y protección de los datos, inclusión financiera y mecanismos necesarios para impulsar la innovación, desarrollo de habilidades digitales y emprendimientos de base tecnológica.
Para alcanzarlo, en octubre pasado se llevó a cabo el Diálogo Público Privado para la implementación de un MDR organizado por la CEPAL y la Alianza del Pacifico, en el que la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) estuvo presente. En el diálogo se dio a conocer la Hoja de Ruta para concretar un Mercado Digital Regional, en donde se delinean las acciones para lograr un MDR, que son parte de tres pilares: 1) Acceso a la conectividad, 2) Creación de un entorno habilitador para promover el intercambio de bienes y servicios digitales y 3) El desarrollo de una economía digital para promover el crecimiento, la productividad y el empleo.
Si bien durante el 2021 se espera un repunte importante de la economía de América Latina y el Caribe, y de los países de la Alianza del Pacífico en particular, este crecimiento requiere ser impulsado por inversión en infraestructura digital, así como en la eliminación de las barreras transfronterizas para abaratar y facilitar las comunicaciones internas. Además, es necesario incrementar los esfuerzos de convergencia y armonización regulatoria; temas en los que la ALAI ha sido vocal en diversas ocasiones.
Es claro que sin atender los aspectos vinculados a la consolidación de un MDR que funcione como plataforma de articulación e integración económica y comercial de los países integrantes de la Alianza del Pacífico, se pueden perder miles de oportunidades para dinamizar la economía y la creación de empleo de forma sostenible.
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