Por Raúl Echeberría, Director Ejecutivo de ALAI

Es un honor tener la oportunidad para compartir algunas de nuestras reflexiones en este camino hacia la Cumbre de las Américas, las que ya hemos tenido también la posibilidad de canalizar, junto a otros colegas del sector privado,  a través del proceso del Americas Business Dialogue convocado por el BID y en el que nos tocó la responsabilidad de co-moderar el grupo de trabajo de economía digital. 

Algunas de nuestras recomendaciones han sido ya recogidas en el borrador de Compromisos y espero que mi intervención contribuya a reforzar la importancia de algunos de esos puntos, aumentar la relevancia de otros y mostrar tal vez elementos transversales igualmente importantes.

Si bien estamos frente a una Cumbre de Las Américas, permítanme hablarle desde la perspectiva de América Latina que es el principal campo de acción de ALAI. 

Esta cumbre se da en un momento muy oportuno en un mundo en constante tensión y  en el cual lo impredecible se ha vuelto lo normal. Pandemias y guerras nos colocan barreras que dificultan el logro de nuestros objetivos de desarrollo.

En este contexto, America Latina enfrenta 3 grandes desafíos: 

1. La necesidad de una pronta recuperación económica 
2. La importancia de contar con modelos de desarrollo más inclusivos que generen condiciones favorables para la participación de todas y todos en la economía independientemente de género, raza, tamaño de los emprendimientos y ubicación geográfica. 
3. La estabilidad y el fortalecimiento de los sistemas políticos. 

Desde el sector privado digital estamos convencidos, y es algo que estamos seguros que ustedes comparten, que el Desarrollo Digital es un componente central para avanzar en estos 3 objetivos. 

1. La economía digital nos está permitiendo un rápido crecimiento económico, generando decenas de miles de empleos en la región y atrayendo inversiones records de fuera de América Latina. 

2. El Desarrollo Digital ha permitido una inclusión mucho mayor en la economía, dándoles muchas más oportunidades a las MiPymes, actor fundamental de la economía latinoamericana, a personas alejadas de las principales metrópolis y comunidades con diferentes background culturales. La economía digital está dando una oportunidad a las mujeres, jóvenes y comunidades indígenas, como nunca antes había sucedido. 

Por último, permítanme destacar la oportunidad que tenemos de utilizar las herramientas digitales como factor fundamental de la generación de ciudadanía, para la mejora de la calidad del debate público y para un mejor ejercicio de los derechos humanos de todas y todos. Tenemos que dejar de ver el desarrollo digital como un problema y verlo como una gran oportunidad. 

Junto a representantes del sector privado digital de Las Américas hemos consolidado un conjunto de recomendaciones a través del Américas Business Dialogue, ABD, que desde nuestro punto de vista generarían las condiciones adecuadas para avanzar en la dirección correcta. 

Déjenme aquí repasar solo algunos de estos planteos:

1. Necesitamos enfoques más innovadores desde el punto de vista tecnológico, político y regulatorio, para brindarle conectividad de calidad a toda la población de la región. La conectividad de calidad es una condición sine qua non para el acceso de toda la población de Las Américas a oportunidades educativas, de trabajo, servicios públicos, servicios de salud, recreación y ejercicio de la ciudadanía. La brecha digital es una brecha de oportunidades. No hay una tecnología o un modelo de negocios que por sí solo vaya a resolver todos los problemas. Tenemos que combinar de forma inteligente todas las opciones que tenemos disponibles: 4G, 5G, redes comunitarias, fibra óptica, acceso satelital. 

2. Necesitamos que las políticas públicas en general, especialmente políticas sectoriales, sean compatibles con los objetivos centrales de desarrollo digital. La política pública debe ser un elemento habilitador del desarrollo digital, ser un catalizador y no constituir barreras.  La consistencia de las políticas públicas y su alineación con los objetivos centrales es tal vez uno de los principales desafíos en nuestra región. 

3. El modelo de múltiples partes interesadas, o modelo multistakeholder de desarrollo de políticas es fundamental para contar con mejores políticas y en los tiempos adecuados. La eficiencia en el desarrollo de políticas es imprescindible para acelerar los efectos positivos del desarrollo digital. Para eso necesitamos involucrar a todos los actores interesados desde el inicio de las discusiones. Este es un elemento que es importante incluir de forma relevante en los compromisos políticos de la cumbre. 

4. La inclusión financiera digital y la universalización del acceso a medios de pagos digitales es clave para el crecimiento inclusivo de la economía. Los servicios financieros digitales son un requisito básico para la participación exitosas de individuos y MiPymes en la economía digital. Esto junto a planes masivos de capacitación de MiPymes para contribuir a un desempeño exitoso de las mismas en el entorno digital. 

5. Por último, hacemos un llamado a incrementar la cooperación regional en materia de políticas digitales e integración de la economía digital. Tenemos muchos para ganar y nada para perder. Debemos incluir componentes habilitadores del desarrollo de la economía digital en los acuerdos comerciales y acuerdos de integración, para lograr un desarrollo digital más rápido en toda la región y para que el comercio digital de bienes y servicios tanto a nivel nacional como transfronterizo, sea una realidad en América Latina para el beneficio de todas y todos.  

Sabemos que tienen un trabajo difícil y complejo por delante pero también vemos una gran oportunidad de sentar las bases para la recuperación económica y modelos de desarrollo humano, social y económico más inclusivos en las Américas. 

Cuenten desde ya con toda la colaboración del sector privado digital de América Latina. Así, como gracias al BID, hemos tenido ya la oportunidad de contribuir a través de la plataforma del ABD, sepan que estaremos siempre dispuestos a sumar nuestro esfuerzo a este desafiante pero estimulante emprendimiento. 

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