Pagadito es una pasarela de pagos nacida en El Salvador como una solución para las transacciones digitales. Su historia y la importancia para la economía digital, en palabras de su fundador y presidente Marco Guirola.
La empresa nació en 2009 en el contexto de la recesión global en el negocio inmobiliario. “Un montón de centroamericanos habían perdido su empleo en los Estados Unidos y dejaron de enviar remesas a Centroamérica. Esto causó zozobra porque la mayor parte de los ingresos de la gente venía de allí”, comienza contando Guirola.
Teniendo en cuenta ese contexto, el empresario empezó a investigar las diferentes industrias y cómo encontrar soluciones rentables a estas problemáticas. “Desde el 2009 al 2015 estuvimos procesando casi cero al mes porque la región no tenía mayor adopción de métodos en línea y fue muy difícil conseguir clientes en ese período. Un adagio importante que fui aprendiendo durante ese período fue que si no estoy vendiendo tengo que estar creando valor porque de verdad creía en el producto. Parte de ese valor fue certificarnos, lo logramos al final del 2015. Con esa certificación vino nuestro primer cliente que fue el ministerio de Hacienda de El Salvador”, cuenta.
Hoy Pagadito es una pasarela de pagos exitosa que brinda servicios a Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Belice, Guyanas, Surinam y San Martín.
–¿Cuáles son los servicios que ofrecen a las empresas?
-Tenemos 5 servicios y varios derivados. En el primero colocamos un botón de pago en su website o app, en el segundo generamos un link de pago para poder ponerlo en redes sociales o enviarlo en cualquier chat y recibir cobros directos, en el tercero, manejamos facturas electrónicas con el botón de pago en la factura que pueda mandarse uno a uno o en lotes, el cuarto producto que tenemos son los puntos de venta tradicionales que los conectás a una laptop o tablet, el quinto es la patente del software que es un sistema mediante el cual llamás a un call center, dejás datos y luego te mandan un mensajito con el monto que tenés que pagar, vas al link y se te despliega una ventana de pago.
¿Cómo manejan la seguridad?
Tenemos una certificación, la más alta que hay en el mundo. Te revisan todo, desde prácticas de contratación hasta intentos de penetración, hackeo, tokenización, configuración de sistema. Además, manejamos un algoritmo propio para para detección de transacciones ilícitas. Y trabajamos muy de la mano con la gente de Visa y una empresa subsidiaria que nos ayuda a contrastar en tiempo real nuestras transacciones con tarjeta con alrededor de unas 80 millones de transacciones.
¿Cómo es el trabajo en Pagadito, en relación a los nuevos formatos laborales?
Yo tengo 55 años y mi formación personal está orientada a arremangarme y trabajar 70 horas diarias. Ya no es el caso. Tenemos que incorporar work at home, flexibilidad horaria, permisos, etc, lo que nos ha venido bien porque también ha mejorado mi calidad de vida. Es bastante interesante, porque logramos un montón de premios internacionales esencialmente a través de ingenieros que buscamos a la salida de su universidad.
Siendo Pagadito un producto de la economía digital, ¿cómo es su desarrollo en su región?
Al inicio había muchísima desconfianza, desconocimiento y falta de educación sobre el tema, pero el hecho de que lo niños nacen nativos digitales y los jóvenes casi, está acelerando las cosas. Alrededor del 60 o 70% de las personas tienen algún tipo de cuenta en redes sociales, pero en temas de ecommerce todavía no hay un desarrollo muy grande. Hay dificultades con las transacciones con los bancos, entendiendo como manejar onmicanalidad, ese es el escenario. Pero creo que en unos años va a ser otra historia.