Comercio Digital en México: 4 ventajas de su inclusión en el T-MEC
La aceleración de la transformación digital, provocada por el contexto actual, acentúa hoy más la importancia de la inclusión del comercio digital como parte del Tratado.
La aceleración de la transformación digital, provocada por el contexto actual, acentúa hoy más la importancia de la inclusión del comercio digital como parte del Tratado.
Asegurar la neutralidad de la red es fundamental para la libertad de expresión, la competencia, la privacidad de los datos y el libre mercado.
Esta es nuestra posición desde ALAI México acerca del Anteproyecto de principios de Neutralidad de la Red del IFT. Descarga el documento aquí.
Florencia Mori, Gerente Regional de Asuntos Contenciosos de Despegar, nos cuenta acerca de la importancia de los datos en la actualidad y cómo ser cuidadosos al utilizarlos.
La seguridad y protección de datos es una tarea conjunta entre empresas y usuarios. Así lo explica Pablo Segura, Data Privacy Senior Manager de Mercado Libre.
El T-MEC es un tratado modelo, ya que implica la incorporación del comercio digital como un capítulo fundamental para el desarrollo económico de sus países.
El T-MEC es el primer tratado económico en incluir al comercio digital como elemento innovador, poniendo el foco en la importancia de la economía digital para el desarrollo actual.
En años recientes, uno de los temas principales en la relación bilateral de México y Estados Unidos fue la petición del gobierno estadounidense de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, vigente desde 1994.
El comercio digital es parte central del crecimiento económico de los países, y por lo tanto, una realidad que hoy no puede desconocerse. La inclusión de un capítulo exclusivo en el T-MEC da cuenta del lugar que ocupa dentro del comercio global. Lee en detalle haciendo CLIC.
Las organizaciones abajo firmantes, involucradas con el ecosistema digital de América Latina, manifestamos nuestra preocupación frente a los requerimientos públicos de los gobiernos de Alemania, Australia, Estados Unidos y el Reino Unido de limitar o debilitar el uso de encriptación en las redes y servicios digitales, lo que pondría en riesgo la seguridad e integridad de Internet y la privacidad de las comunicaciones.