Ciudad de México, 11 de agosto de 2025
- ALAI reitera su disposición a colaborar en la construcción de marcos normativos que impulsen la innovación tecnológica, protejan los derechos digitales y fomenten un ecosistema turístico digital, justo y sostenible.
- Advierte que las restricciones impuestas por la reforma a la Ley de Turismo de la Ciudad de México, publicada en octubre de 2024, generan efectos adversos sobre la economía digital, la equidad regulatoria y la competitividad del sector.
En el marco de los diálogos para combatir la gentrificación que ha impulsado el Gobierno de la Ciudad de México, desde la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) reconocemos el interés legítimo de las autoridades por establecer reglas claras para la operación de plataformas digitales de estancia turística eventual.
La tecnología, entendida como aliada, puede contribuir activamente a ordenar el turismo de la Ciudad, fomentar la inclusión económica y generar mayor transparencia operativa. Por ello, ALAI reitera su compromiso para generar marcos regulatorios que articulen el desarrollo digital con certeza jurídica, protección de datos, cumplimiento fiscal y promoción de ciudades innovadoras y competitivas.
En ese sentido, compartimos nuestras preocupaciones en torno a los siguientes puntos críticos del marco actual y el contexto en el que se encuentra la Ciudad de México:
Restricciones excesivas que generan informalidad y afectan la recaudación fiscal
La imposición de techos operativos o límites a la operación (como el del 50% de las noches al año para prestar la actividad de estancia turística eventual) no distingue entre anfitriones individuales y desarrolladores inmobiliarios. Este diseño dificulta el monitoreo regulatorio efectivo de la actividad y propicia la creación de mercados informales afectando los objetivos regulatorios y la recaudación fiscal de la Ciudad de México. En ciudades como Nueva York, este enfoque restrictivo ha derivado en aumentos en las tarifas del hospedaje tradicional y en una menor disponibilidad de la oferta de alojamiento temporal que ha migrado a un sector no regulado donde al menos 25 operadores digitales informales operan sin ningún control, todo ello sin lograr la reducción del precio de la vivienda. Formalizar la actividad digital no solo mejora el monitoreo y la trazabilidad operativa, sino que también permite ampliar la base fiscal y fortalecer los ingresos públicos bajo esquemas claros y proporcionales.
Pérdida de competitividad del sector turístico
Las restricciones vigentes en la Ciudad de México limitan la diversidad de oferta, reducen la capacidad de respuesta del ecosistema turístico digital e inhiben la innovación. En Barcelona, la zonificación ha generado desigualdades territoriales y una mayor concentración de visitantes, obstaculizando la descentralización del turismo. Reproducir este modelo en contextos distintos solo debilita la competitividad del destino. La Ciudad de México requiere de un enfoque propio, basado en evidencia local, análisis de datos y diálogo con todo el sector tecnológico y turístico.
Falta de piso parejo entre actores y debilitamiento del emprendimiento digital
Las obligaciones impuestas en la Ley de Turismo generan ventajas artificiales para los grandes operadores tradicionales mientras marginan a miles de anfitriones individuales que usan plataformas digitales para generar ingresos adicionales, generando asimetrías que afectan la equidad regulatoria y desincentivan la formalización. La Regulación debe incentivar el cumplimiento mediante esquemas diferenciados por escala y naturaleza del servicio, reconociendo las particularidades del ecosistema de economía colaborativa. Es fundamental regular de manera distinta a los anfitriones que tienen 1 o 2 inmuebles -que son su patrimonio y generan ingresos adicionales- a grandes grupos inmobiliarios o fondos de inversión que son propietarios de centenas de inmuebles.
Desde ALAI, reconocemos la importancia de garantizar un marco que otorgue certeza a autoridades, plataformas, usuarios y comunidades locales. Es de suma importancia que el marco legal no comprometa el impacto económico relevante del turismo en Ciudad de México, que no inhiba la innovación y que no vulnere derechos fundamentales de los ciudadanos. En ese espíritu, instamos respetuosamente al gobierno de la Ciudad de México y al Congreso local a revisar el marco normativo vigente, avanzando en un diálogo plural, basado en evidencia y abierto a las voces del ecosistema digital.
Reiteramos nuestra disposición a participar activamente en ese proceso, convencidos de que la regulación incluyente es aquella que protege sin paralizar, y que promueve sin discriminar. Solo así podremos construir un turismo más sostenible, justo y en beneficio de las comunidades receptoras de la actividad turística.